viernes, 21 de abril de 2017

El tiempo no existe.

Es maravillosa esa sensación de que el tiempo vuela. Cuando no te das cuenta de que los minutos van pasando, sencillamente porque no estás pendiente de que los segundos transcurren. El mundo real pasa a un segundo plano y, cuando te quieres dar cuenta, son casi las tres de la mañana.

Son el tipo de cosas que ocurren cuando estás en buena compañía, tomando una buena taza de café o leyendo un buen libro. Y, al final, son esos momentos los que no llegamos a olvidar nunca, esos momentos en los que el tiempo, simplemente, no existe. 

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