domingo, 19 de marzo de 2017

Soy más feliz en esa hipotética realidad alternativa.

Creo que todos hemos tenido un amor platónico. Alguien a quien tenemos idealizado, casi como si fuera un dios. Alguien a quien hemos amado en completo silencio, esa persona que es como nuestro ideal de belleza. 

Muchas veces imagino la hipotética situación en la que me acerco a mi amor platónico y le suelto, como si de un discurso se tratara, todo lo que siento. En consecuencia, también imagino sus posibles reacciones. 

Es muy fácil soñar e imaginar que después de haberle dicho que lo quería él me confesara que siempre había estado enamorado de mí y que, a partir de entonces, todo sería maravilloso y perfecto. Pero siendo realista, probablemente me preguntaría: ¿y tú quién eres?

Y es que, paradójicamente, estas personas a las que amamos con tanta fuerza no suelen saber ni que existimos. Pero bueno, no puedo negar que soy mucho más feliz en esa hipotética realidad alternativa en la que todo es maravilloso y perfecto. 

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